Reckless Getaway: Un juego de persecuciones y huidas
Reckless Getaway es un emocionante juego de persecuciones para iPad y iPhone con el que disfrutaréis a lo grande huyendo del atraco a un banco y causando un caos total mientras la policía os persigue.
La temática del juego Reckless Getaway para iPad y iPhone es muy simple: conducir un coche huyendo de la policía después de haber atracado un banco, e intentar conseguir el máximo de puntos posibles causando accidentes, usando los bonus del juego o recolectando las monedas que irán apareciendo por el camino.
Cuando huyáis con el dinero del banco, tendréis que ocupar el carril contrario, chocaros contra coches o camiones, saltar por rampas para conseguir las monedas y hasta meteros por ríos helados. ¡Todo con el fin de evitar romper el coche e impedir que la policía os capture!
El coche se maneja con dos botones situados a la izquierda y a la derecha, pero no se puede acelerar o frenar. También tiene una barra de salud que se regenera cuando no tengáis muchos golpes seguidos. Y además, si cogéis los «?» que van apareciendo a lo largo del recorrido disfrutaréis de habilidades especiales como la de saltar, correr más o emitir una honda que hace que el resto de coches salgan despedidos o pierdan el control.
Los puntos se consiguen destrozando otros coches (muchos más si son de la policía), evitando accidentes (aunque dan menos puntos que si los provocas), cogiendo monedas y usando las habilidades especiales.
Pero todo no acaba aquí, sino que el juego Reckless Getaway dispone de 2 modalidades de juego:
- Modo Escapada: (el que acabamos de describir).
- Modo Temerario: tiene el mismo fin y las mismas características que el anterior, exceptuando las monedas y el hecho de conducir un camión.
En total, el juego dispone de 81 niveles diferentes (incluido 1 tutorial) que harán que os lo paséis genial con vuestro dispositivo y disfrutéis a lo grande de este estupendo juego.
El juego Reckless Getaway para iPad y iPhone ya está disponible en el App Store y tiene precio de 2,39€.
